viernes, 25 de mayo de 2012

3. LA IMPORTANCIA de los VALORES

LA ENVIDIA, UN VALOR NEGATIVO
La envidia es el fastidio que se siente cuando a la otra persona le salen las cosas bien y a ti no. Al envidioso le molesta la felicidad del otro. Desearía, no tanto que las cosas le vayan bien a él, sino que le vayan mal al otro.
Se puede sentir envidia por algo que tiene el otro y que el envidioso no tiene, pueden ser objetos materiales, forma de ser, aspecto, pareja, vida familiar, éxito profesional, y un largo etcétera.

El caso es que la envidia no trae nada bueno. Se produce cuando uno se cree inferior, se considera menos y desea ser como el otro, tener lo que el otro. Como si la vida fuera una competición, desea que el otro pierda para él ganar. Todo esto trae consigo amargura, tristeza, rencor.

La forma de salir de este sentimiento de envidia es valorarnos a nosotros mismos, apreciar lo que nos da la vida, estar satisfechos con lo que tenemos, no compararnos con el otro, vivir con sentido del humor.

Podemos sustituir la envidia por la admiración a esas personas que creemos afortunadas. Si las valoramos, si las apreciamos, si aprendemos de ellas lo que nos gustaría para nosotros, entonces ese sentimiento negativo lo hemos transformado en un sentimiento positivo. No les deseamos el mal sino todo el bien: “Transforma tu envidia en admiración por los valores de los demás”.

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