Sois merecedores de estas y muchas más palabras.
Amigos, sois grandes, de corazón, sois una llama que da calor a cualquier cercano, sois un grupo de personas hechas amigos, con un mismo sentimiento, el sentir cofrade, con una misma necesidad, la de ayudar al prójimo… Sois hermanos, sois familia, y sois, como diría yo, un grupo de personas a las cuales os sobra el arte y la clase, y el saber estar, lo digo con toda mi alma.
Entre vosotros, tengo verdaderos amigos, personas que nunca me han fayado y sé que no lo harán, personas con las que tengo la confianza de reír y de llorar. Os quiero. Va por vosotros.
Desde vuestros inicios, he estado con vosotros, ya sea de manera más cercana o más distante, pero siempre he estado, eso sí, con el mismo motivo que vosotros, la FE.
FE, en que todo salga bien, FE en que nuestros sueños se hagan realidad (que se harán), y sobre todo, FE, en mantener para siempre esta amistad que sin darnos cuenta se va forjando… Y todo ello, por un solo motivo, nuestro Señor de la Salud, y nuestra FE en ÉL.
El motivo de esta carta anónima, es daros ánimos, pues son muchas las críticas recibidas, buenas y malas, y necesitaremos mucha fuerza para todo lo que nos espera, que tened por seguro, es algo grande, tan grande como lo fuertes que nos hacemos al oír esas malas críticas.
Para ser más exactos, voy a centrarme en un día que sin duda, va a resumir “Dulce Nombre”.
2 de enero, “La tableta de chocolate más grande del mundo”.
Una actividad de este tipo, en las calles de Montilla, hace que todos vean nuestra señal de identidad, pues personas desde 6 o 7 años hasta 60 o 70 años, recorren la avenida de Andalucía de arriba abajo, desde las 9 de la mañana hasta cerca de las 12 de la noche. Diciendo esto, a cualquier persona se le viene a la cabeza las palabras cansancio, fatiga, insomnio… Pero sin embargo, allí se podía respirar alegría, fuerza de voluntad, amistad, amor, compañerismo… y muchos más valores de los cuales tan necesitada está la sociedad.
Tanto al proponer esta actividad, como el “Bocadillo de jamón más grande del mundo”, el “Roscón de Reyes más grande del mundo”, el “Museo de cera cofrade”, la “Caseta de feria”, o muchas otras, os aseguro que han sido muchas las personas que pensaban que era una locura, que no llegaríamos a conseguirlo, que era muy difícil poder contar con tanta gente para su organización… ¿Pero sabéis que? Que como he dicho anteriormente, nos caracterizamos por nuestra fuerza de voluntad y nuestros deseos de cumplir nuestros sueños, y por lo tanto, hemos conseguido desarrollar todo tipo de actividades.
Muchas más personas, directamente nos decían: “¿Crear una hermandad? Eso verdaderamente si es de locos, ni lo intentéis, no llegareis a ningún sitio.” Pues bien, para desilusión de muchos, de momento todo va viento en popa, porque lo mejor de todo, es que somos capaces de cualquier cosa.
Os dejo una especie de consejo para que se lo recomendéis a quien no crea en vosotros, ya que como bien dice nuestro eslogan… ¿POR QUÉ NO?... CRÉETELO.
Hermano del Dulce Nombre
